¿Por qué es tan
importante Madiba?
Mandela fue liberado en
1990, y en 1994, se convirtió en nuestro (digo "nuestro" porque, si
bien nací en España, siempre me he sentido más cercano al país de mi madre,
Sudáfrica) primer presidente negro y con él desapareció de golpe el temor a una
guerra civil. Pues ese era el temor de gran parte de la población de origen
europeo (yo entre ellos). Pero nada pasó.
Poco tiempo después de
que Mandela y su equipo de gobierno se pusieran a trabajar, los cambios los
anhelados cambios empezaron a materializarse. Las escuelas y universidades del
país se abrieron a todas las razas. De repente veías críos blancos jugar en las
playas con otros que eran negros, indios o mestizos. En tu barrio había
negocios regentados por negros. Tu asistenta llegaba un día y te anunciaba:
"¡Por fin ya no necesito más el maldito pass!", una
especie de libreta de identidad para negros, que obligatoriamente debían llevar
siempre consigo. Y lo traía consigo para quemarlo en la barbacoa.
Por aquel entonces era
habitual que familias blancas tuvieran personal negro como servicio doméstico.
Todavía hoy. En mi familia y en el entorno de mis amistades en situación
similar, al servicio doméstico siempre se le trató como personas, si bien no
exactamente de la familia. Siempre se contaba con ellos para celebraciones de
cumpleaños –también los de ellos– o cualquier otro evento importante para la
familia. Respeto y cariño, siempre.
Y es que muchos de
nosotros, no sólo la población no negra, deseábamos desprendernos del terrible
sistema de Apartheid. Sin embargo hoy todos reconocemos que sin el
empeño, determinación, valor, fe y fairness de Nelson Mandela,
no hubiera sido posible. A él y a nadie más, se lo debemos.
Nelson Mandela está al
borde de la muerte. Con 95 años intensamente vividos no es tan extraño. El
sentimiento que uno tiene, percibe de conversaciones con amigos y colegas, es
que no estamos preparados para dejarlo ir. Él, el Padre de nuestra nación, a
punto de morirse. Es muy duro.
En el parque cercano a
la escuela de Vredehoek, niños y niñas -blancos y no blancos– juegan en el
patio. Sus papás no tardarán en pasar a recogerlos. A ellos vamos a tener que
explicarles muy bien lo que el Apartheid significó para desgracia de muchos
sudafricanos y el “milagro” que logró este anciano que sale día sí día también
en todos los boletines de noticias. Cómo explicarles a todos para que lo
entiendan, y más importante aún, para que valoren lo bien que hoy viven y, por
consiguiente, lo muy agradecidos que hay que estarle siempre a Nelson Mandela,
ese hombre a quien no llegaron a conocer.
¿Qué más? Mandela se
apaga (es algo que todos sabemos, pero que algunos se empeñan en no querer
ver). Madiba, muchas gracias por luchar por nuestro país, gracias por luchar
por nuestro derecho a vivir en libertad y en democracia. Yo nunca te conocí en
persona -digo yo que no lo conocí y dirán también estos niños y niñas de hoy-,
pero no hizo falta; siempre formarás parte de nuestras vidas. Gracias por dar
un mejor futuro a estos chicos para que el día de mañana vivan con dignidad y
puedan sentirse orgullosos por sus logros. Ahí donde vayas, que lo puedas hacer
en paz, and in your own time. Y sobretodo, que tu inmenso amor
y compasión nos llegue a todos en Sudáfrica, y seamos felices.
¡Gracias, Madiba!
http://www.lavanguardia.com/participacion/20130718/54377903249/explicar-ninos-quien-fue-nelson-mandela.html#ixzz2pc8po4Me