A continuación podéis ver el vídeo que cuenta la historia de Peter, un niño enfermo que fue adoptado por una familia que ya tenía 4 hijos biológicos.
Los protagonistas de esta historia tienen muy claro que “para adoptar a un hijo no hace falta ser una familia perfecta o ideal, basta con ser una familia. Porque todos hemos nacido en familias imperfectas, todos hemos sido acogidos con familias imperfectas que nos han ayudado a crecer”.